Internacional, junto con otras entidades tanto públicas como privadas,
en las que se encuentra el Consorcio Fernando de los Ríos han
configurado el grupo de trabajo “Recursos, aplicaciones y contenidos
digitales para la formación y difusión de la Dieta Mediterránea” que
tiene como principal cometido la elaboración de estrategias para la
difusión y formación de la dieta mediterránea de gran alcance en los
ámbitos locales, nacionales e internacionales.
gracias al patrocinio del Ayuntamiento de Baena en el Museo del Aceite y
el Olivar de Baena, Córdoba. Este seminario, que tendrá carácter
presencial y virtual, informará sobre la importancia de la Dieta
Mediterránea en la sociedad actual, con especial énfasis en sus efectos
saludables y en el papel del aceite de oliva virgen en este modelo de
alimentación.
integrado inicialmente por el presidente del Parque científico y
tecnológico de Rabanales 21, Rafael Sánchez de Puerta de la Asociación
Interprofesional del aceite de oliva, Lucía Aguilar del Consorcio
Fernando de los Ríos, la empresa Carrefour, la coordinadora de la
Cátedra de emprendedores UCO-Santander, la empresa Forma Animada,
Francisco Nuñez de Prado y el Consejo Social de la Universidad de
Córdoba con Anabel Carrillo y la secretaria Julia Romero, bajo la
dirección científica del prestigioso catedrático de Medicina de la UCO
Francisco Pérez Jiménez, experto en Nutrición y Salud.
Catedrático de Patología Médica de la Universidad de Córdoba. Director
del IMIBIC y jefe del servicio de medicina interna del Hospital Reina
Sofía.
La Dieta Mediterránea constituye uno de los mayores
tesoros de nuestra civilización y, sin embargo, las encuestas nos
evidencian que es una gran desconocida. La mayor parte de la población
encuestada no sabe definir qué es y qué no es la Dieta Mediterránea.
Las propiedades saludables que se le atribuyen se basan en la
constatación de que, aunque en los países mediterráneos se consume más
grasa que en los Estados Unidos, la incidencia de enfermedades
cardiovasculares es mucho menor. Las causas de tales propiedades parecen
estar en el mayor consumo de productos ricos en ácidos grasos
monoinsaturados, presentes en el aceite de oliva (que reducen el nivel
de colesterol en sangre). También se atribuye al consumo de pescado, en
especial pescado azul, rico en ácidos grasos w-3 y, finalmente, al
consumo moderado de vino tinto.